La gran mayoría de la publicidad alimentaria infantil es de productos no saludables, contribuyendo al desarrollo de obesidad, con el consiguiente aumento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cáncer en el futuro.
La OMS ha instado a los Estados a establecer una regulación en la publicidad, clara y pública para combatir la epidemia de enfermedades relacionadas con la mala alimentación.
En nuestro país no hay regulación pública, sólo un código llamado PAOS, cuya aceptación es voluntaria, apoyado por grandes empresas de alimentación. Diversos estudios públicos han demostrado su ineficacia.
Esta campaña cuenta con el apoyo de la Cooperación Española a través de la Agencia Española de Cooperación internacional para el Desarrollo (AECID).
El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de Justicia Alimentaria y no refleja necesariamente la postura de la AECID.