La publicidad es un elemento cotidiano en la sociedad actual. En el caso de la industria alimentaria, es una herramienta refinada y con un gran poder sociocultural, de tal manera que la capacidad real de control consciente que tenemos como consumidoras sobre nuestra alimentación es muy baja.
Esto es debido a que la industria alimentaria invierte enormes cantidades de dinero y esfuerzo en publicidad y márquetin con la lógica intención de modificar las compras y el consumo alimentario. En el Estado español, la publicidad de la industria alimentaria representa un 23% de toda la inversión publicitaria. Siendo el medio televisivo el más utilizado por la industria para difundir sus mensajes.
La publicidad infantil como objetivo:
De entre todos los targets, la población infantil son un grupo de población muy interesante para las empresas anunciantes, ya que estos ejercen una influencia en el 43% de las compras familiares. La industria alimentaria ejerce una presión intensa sobre la población infantil. Analizando las compras realizadas por población de 4 a 12 años encontramos que un 33% son alimentos y bebidas.
No es de extrañar, la población infantil ve una media de 95 anuncios al cabo del día, más de 34.000 anuncios al año. En el Estado español, a lo largo de un año se crean alrededor de 5.000 campañas de distintos productos cuyo objetivo es el público infantil.
La población infantil tiene una gran confianza en la publicidad, y no siempre entienden la dimensión persuasiva de la misma. Al no tener la capacidad para detectar esta dimensión, se convierten en un sector altamente vulnerable ante ella.
La OMS nos alerta:
La Organización Mundial de la Salud (OMS), nos dice que la población infantil que reconoce múltiples marcas a la edad de cuatro años es más propensa a seguir una dieta insana y a padecer sobrepeso y añade que las menores con exceso de peso responden más que los otros pequeños a la publicidad de alimentos insanos. Ha declarado que la comercialización de alimentos poco saludables contribuye a un «entorno propicio a la obesidad que hace que la elección de alimentos saludables sea más difícil, especialmente para la población infantil».
Entre los productos más promocionados se encontrarían los cereales de desayuno azucarados, bebidas, snacks saborizados, confitería y comida rápida. Estos son lanzados con ganchos comerciales dirigidos a la población infantil: juguetes, artículos coleccionables, concursos, juegos,.. Una promoción que justamente, se concentra en los alimentos más insanos.